Aún recuerdo a la perfección la primera vez que pise una
discoteca. Era viernes y yo tenía 17 años. ¿17 años? Si. 17 años.
Para mi Light solo existe la coca-cola. Y Green por supuesto no contaba.
Para hablarles de esa primera entarda en una discoteca, tengo
que presentarles antes a mi amiga Anita. Mi amiga Anita, es la “otra parte de mi cerebro”, las locuras
que no se me ocurren a mi, se le ocurren a ella, y al revés, y lo mejor (o lo
peor) es que ninguna conocemos el significado de la palabra “no”, de modo que
juntas hemos recopilado grandes historias para los nietos, incluso algunas que
no se pueden contar a los nietos, como la de hoy, precisamente. Y no es que
contenga escenas explícitas, pero no hay que dar ideas. Ya saben.
Un viernes cualquiera de un Madrid de primavera de hace ya
algunos años, aunque pensándolo bien, no tantos. Una de la madrugada, una copa encima. Ríanse, ríanse, pero no
llevábamos más de una. Que lo diga Anita, sino. Bajábamos Goya hacia colón. No
se muy bien que pretendíamos hacer. Aún tengo la duda.
Sólo sé que habíamos dejado a nuestras amigas por ahí e íbamos hablando de lo divertido que sería conocer a unos desconocidos y salir con ellos esa noche. Un millón de desconocidos después, puedo asegurarles que mis nietos no saldrán por ahí hasta que no me demuestren que tienen un poco más de inteligencia que nosotras por entoncés.
Aclarado esto... Permanecimos entre pasos de cebra sin cruzar unos cinco minutos. Ninguna quería irse a casa, pero el panorama no era muy alentador. Por supuesto conociamos todas las direcciones de las discotecas, lo que nos faltaba era un dni con el que nos dejaran pasar. Lo de que es factible colarse en las discotecas lo debimos descubrir esta misma noche, pues a partir de ahí las salidas nocturnas se multiplicaron…
Anita, yo. Qué hacer. Eterno debate. Levanté la mano esperando que el próximo taxi que pasase nos recojiera. El maldito taxi paso de nosotras y de largo. Eso nos dió unos minutos más de indecisión sobre esa
noche mientras esperamos a que pasara el siguiente.
Y en ese preciso momento. Allí estaban. Dos chicos. Dos
chicos holandeses. Digamos que tenían más de 20 y menos de 30. Nosotras nos hubiéramos conformado con un par de españoles
simpáticos y divertidos, pero oye, los hilos los mueve el destino. Tocaba
hablar en inglés. Por fin los veranos en Chicago y en Londres iban a dar sus
frutos. Aunque no exactamente como nuestros padres querían.
Anita, Ana, y los holandeses.
¿Sabéis de alguna discoteca por aquí
cerca? Y nos saca uno de ellos un papel arrugado en el que hay escritos cuatro nombres de
discotecas Madrileñas. Lo mejor de cada casa, pueden imaginarse: Joy Eslava,
Penélope, Pacha, But. Aunque claro, nosotras aún no lo sabíamos. Las más
cercanas son Pacha y But. Me imagino que intercambiaríamos algo más de
información, pero lo cierto es que no lo recuerdo. Sólo sé que nos intentaron
convencer para que saliéramos con ellos. Nosotras nos hubieramos ido con ellos
sin pensarlo, pero era muy vergonzoso tener que confesarles nuestra edad y
admitir que no teníamos ni dni. ¡Ni dni! Como comprenderán, excusas a tutiplé… Nos dan
las gracias por ayudarles sintiendo mucho que no podamos salir con ellos y
paran un taxi. Justo cuando se están montando en el mismo, uno nos hace un
gesto y grita: <<Vale que no salgáis con nosotros, pero dejarnos llevaros a casa.>> Y las dos, sin tan siquiera pedirnos permiso una a la otra, asentimos y nos
dirigimos al taxi. Cinturones y andando.
¿Mami? Si, si... ¡Somos nosotras! ¡Que nos vamos a retrasar un poquito! ¡No! ¡Volvemos pronto!
Si... ¡Volvemos pronto! Oigo que uno de ellos le dice al
taxista que vamos a Pacha. Mientras tanto, su amigo habla con nosotras y la
conversación debió de ser bastante entretenida, pues sin darnos cuenta estamos a las puertas de
Pacha. Miro a Anita aterrada preguntándole con la mirada ¿Qué vamos a hacer?
¿Sin dni en Pacha? Al salir del taxi decidimos que es mejor decirles la verdad
cuanto antes. No queremos espectáculos.
Tenemos que hablar.
Tenemos un pequeño problema.
Esto… Verás… tenemos 17 años.
¿17 años? Bueno ¿y qué?
Verás es que nos van a
pedir el dni y si ven que tenemos 17 no nos van a dejar pasar…
No te preocupes,
cuando sepan quienes somos os van a dejar pasar.
¿Lo has oido Anita? ¿Pero estos holandeses que se creen? ¡Verás tú!
Y así tal cual, mientras nosotras nos reíamos, se salto toda la cola, dijo algo al puertas al
oido y nos dejaron pasar sin tan siquiera mirarnos. Casi haciéndonos la ola.
Tengo que decir que para ser un primer contacto con las discotecas fue un poco
agresivo... demasiadas emociones en la misma noche. Tantas como botellas llegaban
a ese reservado. Pero supongo que era esto o tatuarse la noche en el brazo. Y ahora los tatuajes se pueden borrar... Solo añadir, que desde entoncés, no hay discoteca que se nos resista ¿Verdad Anita?
¡Feliz noche de viernes a todos menos a los que sean nietos! ¡Diviértanse!
My Bueno! Sigue escribiendo!
ResponderEliminartimonpapel.tumblr.com
¡Muchas gracias! ¡Espero que le de caña a su blog pronto!
Eliminar¡Un saludo!
¡¡Nos hemos quedado con la intriga!! Por favor la secuela de este post ¡Ya! ¿Seguimos en contacto con los holandeses?
ResponderEliminarwww.strending.com
jajjajajajajajjaaja Ciertamente lo que ocurrió con los holandeses daría para otra página de diario... algún día, algún día... ¡De momento puedo decir que cada vez que venían a Madrid nos avisaban para salir con ellos...! ¡Y hasta ahí puedo leer! jajajja
Eliminar¡Es un honor que Strending deje comentarios por aquí! ¡Ah! ¡Que sepan que ya ha llegado a francia el pintalabios mágico! ¡Gracias por la recomendación!
¡Un saludo!
Peeeero bueno señorita!!! Quiénes eran los holandeses por Diooos!! Quiero saberlo! Exijo una segunda entregaa!!
ResponderEliminarEsas primeras veces en discotecas son impagables. Yo parecía que entraba al infierno, todo me parecían peligros! (sobretodo los tíos salidos), y lo cierto es que hasta que encontré lo que realmente me molaba para salir de noche, apenas salía (las discotecas en valencia son muy MHYV, como podrás imaginar..)
En fin! Lo dicho! QUEREMOSS SABER MÁS!!
jajaj
Un besito guapa
jajajajjajajja ya sabe Mrs. Stressed... Se dice el pecado pero no el pecador... jajjajja De todas formas puede estar tranquila, no son conocidos entre la sociedad española... O no demasiado... jajaja
Eliminar¡Le invito a que escriba en su blog sobre esas primeras salidas a discotecas, viniendo de usted un post así puede ser la risa!
Lo de MHYV no tiene precio... ¡Nos están invadiendo por todas partes! jaja ¡tenga cuidado este verano! ¡Mucho cuidado!
¡Un beso!
Iba a decir lo mismo que la señorita estresada... pero estos señores quiénes eran???!!! Igual te has codeado con unos holandeses de la jet set y no lo sabes!!! Qué noche de emociones para ser la primera eh, entrasteis en el mundo de la noche por la puerta grande jajaja...
ResponderEliminarY me gusta mucho la descripción que has hecho de tu amiga y tú, es muy bonita :)
Muak!
jajjajajajjaja En este diario somos muy discretos y no podemos dar nombres... jajajaja pero fue surrealista esa noche... Al día siguiente por la mañana nos llamaron y como si fuera lo más normal del mundo nos dijeron: <> ¡Por supuesto no fuimos! ¡No sé ni que excusa inventamos! jajajajja Y después siempre que venían a Madrid nos avisaban para salir... como dices tu, ¡Entramos por la puerta grande sin ser conscientes! jajaja
EliminarMi amiga anita debería escribir algo por aquí algún día, o por lo menos contar su parte o aportar datos... ¡Nos reímos mucho recordando esta historieta! ¡Aunque hay muchas muchas más con ella que ya irán apareciendo por aquí!
¡Gracias por tus comentarios, siempre siempre siempre me sacan una sonrisa!
¡Un beso!