Ya nos lo decía Forrest... "Mamá siempre decía que la vida es cómo una caja de bombones. Nunca sabes lo que te va a tocar."
Y exactamente eso ha pasado este fin de semana. Resumo sin más preambulos. El viernes tenía cena en la "cochambre" (En francés habitación se dice Chambre, pero cómo las habitaciones de las residencias de estudiantes son tan cutres, los españoles las llamamos Cochambres) de unas amigas. Fué cenita de Montaditos y muuuchaaaaaaaa cerveza. También muchas risas. Mi planazo para este fin de semana era turismo el sábado por la mañana, estudio por la tarde, y más de lo mismo para el domingo. Pero debe ser que escogí el bombón inadecuado. O que el bombón me escogió a mi... El caso es que finalmente, el sábado me fuí a esquiar con dos españoles (de San Sebastián) que conocí el viernes. Dos españoles que sin duda merece la pena conocer. Demasiadas risas.
Saltos por mi parte pocos, pero sin duda puedo decir que ha sido de los mejores días de esquí. Poca gente en las pistas, buenisima compañía, solazo, una nieve increible, en general buenas pistas... ¡Recomiendo muy mucho "Les deux Alpes".
Aquí os dejo imágenes inéditas bastante mal hechas.
Por si esto no hubiera sido suficiente Bombón de día, y por si aún no estuvieramos suficientemente reventados, al llegar a Grenoble, nos fuimos con un grupete de lo más variopinto "de vinos" (A un bareto decorado con mucho gusto, en el que al entrar introduces dinero en una tarjeta que te facilitan, y puedes ir sirviendote de un dispensador todos los vinos que quieras hasta que se te agote el dinero de la tarjeta. La tarjeta no tiene límite de dinero por supuesto). Yo soy más de lambrusco, ya sabéis y aunque alguna amiga soltó la perlita de que "el vino francés no tiene personalidad", perlita que todos aceptamos con carcajadas, me gustaron más de lo que esperaba, y sin duda repetiremos sitio. No tengo ni idea, de verdad ni idea, de porque no recuerdo el nombre del sitio, pero la dirección la tengo grabada a fuego: los mejores vinos de Grenoble en Rue Marceau, 11. Por allí os espero.
Pero es que todavía hay más. Por si aún no habíamos tenido suficiente. Suficientes risas, suficiente alcohol, suficiente agote -los del ski, claro, los otros felices- nos fuimos después a tomar una copa a Loco Mosquito, en Rur Thiers, 56. Se trata de un bareto de poca monta y entrañable, a partes iguales. Lo lleva un argentino. Sólo ponen pachangeo y música en español. Sobretodo Salsa.¡Vámos el paraiso! Las copas ni-fu-ni-fa, para entendernos. Pero risas y varios bailecitos -¡Y pegaditos, si te descuidas!-, asegurados.
En fin señores, para que luego digan que los findes no cunden... ¡Se de buena tinta que hoy se iban a La bastilla (Ya os contaré, pero digamos que es lo más turistico de por aqui y hay un mirador con unas vistas de Grenoble, que quitan el hipo) con pipas -Tijuana, por supuesto- y birras para parar un tren. Una ha empezado a ser responsable y se ha quedado en casa estudiando. Esto es eso a lo que llaman madurar fijo.
¡Cómo ven, un fin de semana de los más apetecible!
*Lo de "plan apetecible" ha sido la "coña mayor del reino" este fin de semana. Pues según mi amigo Ander, las madrileñas siempre lo decimos. No lo he podido negar, pues últimamente se ha convertido en nuestro grito de guerra. Además, es cierto. Nuestros planes siempre son "super apetecibles". Quizás debamos buscar otro término para los planazos, que nos han calaó, chicas.
*Por si alguien andaba preocupado... ¡Menos de una hora después de mandar mi carta adelantada a los Reyes Magos, estos respondieron en forma de mi tio Pepe, ¡que me ha regalado su bici! ¡Soy tremendamente feliz! ¡Tengo Veló señores! ¡Veís como no eran los padres! (Ahora solo falta convencer a Pablo de que me la traiga un finde a Grenoble. Os pondre al corriente.)
*Os echo de menos de aqui al infinito y más allá.
*Dice Forrest que os recuerde que "La vida es cómo una caja de bombones..." y tal... Yo añado:
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