Cuando yo tenía ocho años...
Aún recuerdo como si fuera ayer aquél domingo. Yo tenía ¡Que
se yo! ¿Ocho años? Fui a misa con mis padres y mis hermanos. Nos sentamos, como
siempre, en los bancos de atrás. Apareció por allí atrás, por ese mundillo
paralelo de las iglesias llamado los bancos marginados del final, el sacerdote.
Quería a un niño para leer la primera
lectura. Por supuesto NoéAmeLepliage se ofreció sin problemas. Lo de no saber
decir "no", como ven, me viene de lejos. Recuerdo también que los minutos
previos a salir “al estrado” me temblaban las piernas. <<¡No te preocupes
NoéAmeLepliage>> me dijo mi madre, <<Tu hazlo lo mejor que
puedas>>. Pero a mí, con ocho años, aquello me parecía un asunto muy
serio. Tan serio, tan serio que puse todo mi empeño y todas mis ganas en hacerlo
bien. De verdad. Finalmente leí y baje con la plebe. Con mucha
vergüenza, pues no me pregunten porqué pero eso de que haya tantos ojos
carnívoros por ahí sueltos siempre me ha dado bastante pudor (hasta en la
iglesia), al bajar las escaleritas del altar hice una tímida y rápida
genuflexión. Mientras la hacía, oí que alguien me llamaba <<¡shhhh!
¡shhhh!>>. Me gire hacia el banco de la derecha. Una mujer me hacía señas
con la mano para que me acercara. Inocente de mí, allí que fui. Era de esas
señoras mayores de pelo blanco que parecen sacadas de un cuento. Tenía los ojos
azules y una mirada intensa. Me acerqué con intriga, olvidando por completo eso de <<No hables con desconocidos>>.
Pero supongo que por entoncés pensaba que esa norma en la iglesia no tenía mucho sentido... ¿Si? ¿Cuántos años tienes niña? ¡Tengo ocho! ¿Ocho? ¡¡Pues a ver si aprendemos a
leer!! ¿No?
El domingo.
Este domingo, me encontré con una
viejecilla de estas que parecen buenas, en la parada del autobús. A pesar de
que el banco de la parada es bastante largo, decidió sentarse justo a mi lado.
Exactamente igual que sucede en la playa, la gente debe ser que esta falta de
afecto y necesita poner su toalla junto a la tuya. Pues igual. Los primeros 5
minutos sin contratiempos. Pero claro, en cuanto pasan 10, es obvio que te van
a hablar. Y esta señora no podía ser menos.
-¿Tienes hora mademoissele?
-Si. Son las 12:25.
Silencio.
-¡Que buen día hace!
-Si.
Silencio.
-¡Y que calor!
-Si.
Silencio.
-¡Que buen día hace!
-Si.
Silencio.
-¡Y que calor!
-Si.
Silencio.
-(¿Tanto se me nota?) Si. Soy española.
Silencio.
-¿De que parte?
-(Intuyo que esto solo acaba de empezar...) Soy de Madrid.
-¡Oh! ¡Adoro Madrid! ¡Que ciudad más bonita!
-Si, a mi también me gusta.
Silencio.
Silencio.
-(Invisibilidad... ¡Ven a mi!) Estudio... derecho...
-(¿¿¿¿???? ¿Mandeeeeeeee?) Sonrisa de no saber que
contestar, ni tampoco querer hacerlo. Ojos como platos.
Silencio.
-Derecho es una buena carrera.
-Si...
Silencio.
-Derecho es una buena carrera.
-Si...
Silencio.
-(¡Vamos no me...! ¡Vengas ahora con estas!) Pues…
gracias…supongo...
Silencio.
-(¡Noooooo! ¡Todo menos eso!) ¿Ah sí?... Que... bien...
-(¿¿¿¿???? Vale... ¿Dónde esta la cámara oculta?) No. No. Je suis celibateire.
-Bueno si, eres soltera. Pero tendras un “algo” aquí con
algún francés y una pareja en España… que yo sé cómo es la juventud…
-(¿¿¿¿¿¿¿¿????????? ¿Como dice?)
-(¿¿¿¿¿¿¿¿????????? ¿Como dice?)
-(¿¿¿¿¿¿???????? ¡Venga tú!) No. No. S-o-y-s-o-l-t-e-r-a.
Silencio.
-(¿Ahora sara montiel? ¡Dios mio! ¡Llevame pronto!) Si. Si.
-Una pena. Que guapa era. Ella también era moderna. Tuvo muchas relaciones...
-(¿? ¡Y dale con lo de Manolo!)
En estas, llega el autobús de la señora.
- Au revoir mademoissele! Bien que tu es belle, mais le français est terrible! (¡Que sepas, que aunque eres guapa, tu
francés es horrible eh !)
Jajajajjajaj!! De verdad que me has hecho reír un montón!!! Qué historia, y qué caras has puesto más expresivas jajaja
ResponderEliminarA mí me sacan de quicio las señoras que se te cuelan en el súper, con toda la cara eh, pasan por delante de ti (y te han visto, claaaaro que te han visto), pero con la excusa de que son mayores pasan y punto... No soporto la mala educación en nadie, y en las señoras tampoco!!!
Muak!
Me alegro de que mis penurias por lo menos hagan reir a alguien!!! jajaja
ResponderEliminarpufff es que lo de las señoras es tremendo... tienen un peligro!! A algunas habia que encerrarlas! Te lo digo yo!
¡Demasiado genial!
ResponderEliminar(por cierto, el ser humano es un animal gregario...por ello lo de que en espacios grandes siempre tendemos a juntarnos con la única otra persona que se encuentra allí a su bola)